Cuando hablamos de la actual crisis económica nos biene a la cabeza una palabra "dación en pago", y no podemos por más que
referirnos a como esta crisis ha afectado a gran parte de la población,
especialmente a aquella que mantiene una hipoteca con una entidad
bancaria. Lo cierto es que aquellas facilidades para firmar hipotecas
del pasado han dado lugar a aunténticas dificultades para hacer frente
al pago de las mismas.
Y frente a esta situación resulta
evidente que han aumentado los embargos judiciales de viviendas que
acaban con la misma en poder de la entidad bancaria y con el deudor
manteniendo aun gran parte de la deuda frente al banco y sin poder
disfrutar de la vivienda, en lo que se convierte en el mantenimiento de
una deuda por un bien que ya no es de su propiedad.
Ante
esta situación son muchas las personas y organizaciones que están
abogando por el establecimiento de la dación en pago para solventar
estas situaciones. La dación en pago es el procedimiento por el cual,
ante un caso de insolvencia e imposibilidad de hacer frente a los gastos
de la hipoteca, el deudor entregaría la vivienda al banco, saldando de
esta forma la deuda que mantiene con el mismo.
Frente a
esta idea son muchas también las voces que se han alzado para advertir
de los efectos negativos que el establecimiento de un procedimiento de
dación en pago podría generar tanto en las entidades como en el conjunto
de la economía.
La primera de estas consecuencias
tendría que ver con un aumento de la morosidad hipotecaria.
Efectivamente, muchas familias que en la actualidad malviven para poder
pagar su hipoteca se plantearían seriamente la posibilidad de acogerse a
la dación en pago, empezando desde cero pero con la tranquilidad de no
tener sobre sí la espada de una deuda hipotecaria.
Además
este aumento de la morosidad variaría en función de si la dación en
pago se estableciera o no con carácter retroactivo. En este caso se
entiende que de aplicarse retroactivamente la morosidad aumentaría hasta
cinco puntos porcentuales más que de aplicarse únicamente a las
hipotecas firmadas con posterioridad a la entrada en vigor de la
disposición que autorizara la dación en pago.
A esto se
une la posibilidad de que se cree un amplio sector de clientes
oportunistas que habiendo recibido una hipoteca con una elevada relación
entre el crédito concedido y el valor de la vivienda, se plantearan
seriamente la posibilidad de recurrir a la dación en pago si el valor
del inmueble desciende significativamente sobre el total de la deuda
pendiente.
Este hecho se podría producir con gran
facilidad ya que, en la época de mayor boom inmobiliario, se has estado
comercializando viviendas a precios desorbitados y que no respondían, en
modo alguno, a una situación real. Actualmente con la creciente
disminución en los precios de las viviendas muchos serían los que
podrían plantearse seriamente el renunciar a seguir pagando.
Los
bancos verían también aumentado un problema con el que ya vienen
lidiando y este no es otro que el aumento de los bienes inmobiliarios en
sus balances. Como decimos esta situación ya se está produciendo debido
al gran número de embargos judiciales que se han efectuado en los
últimos años. En este sentido la dación en pago no haría más que
aumentar la incidencia de este hecho.
Por supuesto esto
tendría un reflejo en el balance y concretamente en las necesidades de
capital de los bancos que deberían realizar provisiones de dichos
activos inmobiliarios hasta llegar a resultar un verdadero problema en
las cuentas de las entidades bancarias.
Otra consecuencia
del establecimiento de la dación en pago sería el aumento del precio de
las nuevas hipotecas. Las previsiones de los expertos hablan de un
aumento de más de dos puntos porcentuales en los tipos de interés que se
aplicarían a las nuevas hipotecas. Esto supondría un aumento de hasta
150 euros en las cuotas mensuales de una hipoteca media.
A
todo esto unamosle las dificultades y requisitos que pondrían las
entidades a la hora de aprobar una hipoteca. Se entiende que la
aprobación de la dación en pago haría caer las concesiones de nuevas
hipotecas hasta en un 40%.
Todo esto unido a que la
banca tendría que deshacerse de forma rápida de los inmuebles que tiene
en cartera, rebajando de esta forma el mercado inmobiliario y quedando
este a expensas de la intervención de determinados clientes
oportunistas.
Con todas estas variables, los expertos
consideran que la aplicación de la dación en pago, especialmente si esta
se hace con efectos retroactivos, puede provocar incluso subidas de la
prima de riesgo española, consiguiendo que al final, el número de
ciudadanos perjudicados por este procedimiento fuera mayor que el de
beneficiados.
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